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¿Cómo escribir el primer capítulo de una novela?

Foto del escritor: Editorial Blue ClairEditorial Blue Clair

Cualquier escritor entra en conflicto al momento de presentar su primer capítulo, tanto así que se llegan a cometer muchos errores, dejando que el escritor desista de su elección en cuanto a la historia.

Cuando hablamos del primer capítulo de una historia hacemos referencia directa al abrebocas del lector, a la presentación de nuestra historia y a la inmersión en el género literario. Por lo tanto, nuestro primer capítulo debe ser memorable, dejando que el lector se sienta sumergido en la trama y sienta la curiosidad de seguir descubriendo un poco más.

Según Amalia Sánchez (2017): “Las 10 primeras líneas, o los dos primeros párrafos, son determinantes para que el lector quiera seguir avanzando...”. No olvides que como tu libro hay cientos... así que tu lector podrá cambiarte enseguida por otro escritor y serte “infiel”. Por ende, es tu deber como escritor dejar que el lector elija tu trabajo, no por esteticismo sino por calidad. Así que en la siguiente investigación te dejaré conocer algunas recomendaciones para lograr que el primer capítulo sea fenomenal.

Índice


1. No improvises


Determina la estructura exacta de tu novela, una en donde exista el equilibrio perfecto, el cual le permitirá al lector reconocer el estilo del resto del libro. Es importante que desde el inicio definas el conflicto a exponer, y deja que dicho conflicto atraiga la atención del lector. De esta manera conseguirás que él se sumerja de manera rápida en la trama, dejando que su curiosidad explote. Es completamente recomendable que inicies tu primer capítulo con una acción sorprendente o una escena poco común. No comiences describiendo rutinas, esto solo provocará que el lector relacione de manera directa tu historia con los típicos clichés. Inicia con algo que atraiga la atención de la persona que te va a leer y que describa de manera indirecta el género y la trama de la historia.


2. Genera conexión


Desarrolla el interés del lector provocando que se conecte de manera instantánea con el/los personaje/s principal/es. Como se mencionó antes, deja que se mezcle de manera directa con el conflicto. No se te pide que seas un escritor sentimental, pero sí que tengas sumo cuidado con la manera en la que se expresa cada personaje. Entonces encárgate de despertar el interés del lector haciendo mucho hincapié en el conflicto a desarrollar.

Trata de no usar de manera directa el BackStory (flashback), ya que no se recomienda empezar hablando del pasado o de hechos del pasado del personaje principal, esto no es algo que le interese de entrada al lector. Deja que conozca los personajes, sus comportamientos y sus conflictos internos, y a partir de allí despertarás la curiosidad sobre el pasado del mismo. Una vez que hayas logrado esto, sí puedes incluir explicaciones sobre cómo fue el pasado del personaje y enseñar el famoso porqué de sus comportamientos.


3. Ubica el tiempo y espacio de la historia


Elige siempre de manera sabia el punto en donde quieres comenzar a narrar, si será presente, pasado o incluso futuro, ya que de esta manera generarás que el lector quiera conocer las razones para llegar a ese punto, o qué ocurrirá a raíz de la acción que describes. Para lograr encontrar el tiempo perfecto, piensa en el conflicto y determina si quieres contar qué llevó a que aquello pasará, si quieres partir de ese punto o narrar las consecuencias que trajo, etc.

En cuanto al espacio es importante que ubiques al lector en el lugar donde se está desenvolviendo la historia, tal vez con una descripción breve, pero sin perder el dinamismo y el equilibrio. No sobrecargues al lector de información sobre el lugar donde suceden los hechos, solo deja que sus características lo lleven a imaginar la escena y a conectar con la situación descrita.


4. ¿Es necesario presentar el personaje principal?


¡Alto ahí, no cometas ese error! Si algo debes tener en cuenta es que la descripción excesiva de las características del personaje principal desde un inicio aburre, se vuelve tedioso y hace que se pierda por completo el interés hacia la historia. Si no describes al personaje de entrada, tranquila/a, no pasa nada. No hay nada más interesante que ir desnudando al personaje principal a medida que la historia se desarrolla.

Pero estoy segura de que te estarás preguntando si es lo correcto, pues esto es solo una recomendación. Entre más suspenso le des a los personajes, despertarás mayor curiosidad. Por lo tanto, tendrás la oportunidad de dejar que las características que definen a dicho personaje salgan a la luz a medida que la historia avanza, haciendo que el lector conozca a los personajes de manera paulatina. Incluso es una buena técnica dejar que los demás personajes hablen sobre el protagonista, de esta manera se conocerán mejor las cosas que lo definen.


5. No te extiendas... Puedes llegar a aburrir


Sé breve y conciso con todo lo que escribes, recuerda siempre que “menos es más”. Lo recomendable es que se usen frases que los lectores puedan entender con facilidad, pero utilizar frases cortas y no muy elaboradas no quiere decir que vayas a descuidar tu escritura, nada de eso. Simplemente debes comenzar siempre con un párrafo corto que no cause aburrimiento de entrada; recuerda que como lectores generalmente nos dejamos llevar por las primeras diez líneas, así que has de ellas las mejores y las más interesantes de tu historia.


6. Comienza con algo en movimiento


Este consejo es propuesto por Patricia Highsmith en su libro Suspense (1966), quien expresa: “Me gusta que la primera frase contenga algo que se mueva y dé impresión de acción, en vez de ser una frase como, por ejemplo: «La luz de la luna yacía quieta y líquida, sobre la pálida playa»”. Cabe destacar que este consejo no hace referencia a una descripción exagerada o sobrecargada de un movimiento, aunque sí puede tomarse como la descripción de algo sutil pero con un amplio significado para la trama de la historia. Muchas veces el ejemplo claro es hablar sobre algún medio de transporte o sobre una persona corriendo. Esto es según la expectativa y el estilo de cada lector.


7. Deja entrever la personalidad del protagonista


Como escritores debemos dejar muy en claro la personalidad del protagonista. Aunque no se haga una descripción extensa (como anteriormente se mencionó), sí es importante que se deje ver aquello que describe cómo es nuestro/s protagonista/s, ya sea mostrando sus valores, sueños, objetivos/metas, e incluso si algo o alguien lo obsesiona, de esta manera dejaremos que el lector lo conozca. Cabe destacar que otra de las cosas a tomar en cuenta es fijarnos muy bien quién será nuestro narrador, pues nuestra forma de escribir debe adaptarse a él.

Por ejemplo, si vamos a dejar que el personaje narrador sea el que tiene 12 años de edad, no podemos tornar su narración con palabras o expresiones de un adulto, ni podemos utilizar lenguaje muy técnico, ya que estamos refiriéndonos a un preadolescente y no tendría mucho sentido hacer que se exprese como un adulto de 30 años o más.

Aquí también es muy importante tomar en cuenta que, si nuestro protagonista tiene una profesión ya definida y vamos comenzar el capítulo ya en el ambiente en donde trabaja, debemos utilizar el lenguaje y las expresiones que mejor se adapten a la profesión del personaje.


8. No te olvides el género al que pertenece tu historia


Para tener en claro a qué se hace referencia, imagina que quieres leer una novela sobre magia, pero al ver la portada (o incluso leer la contratapa) no te queda muy en claro la trama. Entonces decides leer la primera página a ver si es lo que buscabas, y ahí es donde entiendes si es lo que esperabas. Bueno, en eso tienes que pensar al escribir estos primeros párrafos. Esfuérzate por dejar claves que orienten al lector en cuanto al género al que pertenece tu escrito y ten muy en cuenta que debes ser claro para no causar ninguna desilusión en los siguientes capítulos.


9. Disfruta escribiendo y relájate


Para finalizar, nunca dejes que tus miedos y dudas controlen tu escritura, recuerda que siempre puedes editar lo que escribes, tómate tu tiempo y revísalo cuantas veces desees; errar es de humanos, lo importante es saber mejorar esos aspectos. Recuerda también estar siempre abierto ante cualquier crítica, puesto que algunas serán buenas y otras no tanto, pero siempre debes utilizarlas a tu favor y con el objetivo de mejorar.


10. ¿Qué no debo hacer al escribir mi primer capítulo? (Según Amalia Sánchez)


Hay muchas cosas que un escritor debe evitar al momento de comenzar una novela o escribir el primer párrafo, así que cuidado. Amalia Sánchez en su artículo “Cómo escribir el primer capítulo de un libro: los 7 elementos imprescindibles”, en el sexto elemento determina las tres principales cosas que no deben hacerse al momento de escribir el primer capítulo:

  1. No abuses de las descripciones, ralentizan muchísimo el ritmo. Si las vas a usar para situar a tu lector en un espacio determinado, deben ir muy medidas, de forma que solo des la información necesaria para que el lector se ubique.

  2. Ojo con el empleo del tiempo. Aunque antes hablábamos de que debes comenzar la historia en un punto concreto, esto no implica que comiences a relatar en el presente para después, sin causa aparente, irte hasta el pasado. Cualquier “juego” que hagamos con el tiempo debe estar justificado, y las primeras líneas de una novela son el momento para hacerlo, porque lo único que conseguirás será despistar al lector.

  3. Cuidado con excederse con los personajes o con su presentación. La recomendación es que en esos primeros compases te centres en el protagonista para, poco a poco, ir presentando a los demás.


Referencias Bibliográficas



Autora: Karenth Rincón




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